Antes que nada, perdón por la demora en la respuesta.
Yendo a tu necesidad puntual, a nivel administrativo, el comportamiento del TPV en este caso es correcto.
El TPV está pensado para ser una ventana donde quienes acceden son simplemente personas que facturan. Es decir, no tienen que tener poder de decisión sobre las tarifas. A lo sumo, deberían poder hacer descuentos según reglas preestablecidas.
Pueden existir casos puntuales, sí, pero hay que pensar que los sistemas son generalistas. Es decir, están pensados para cubrir las necesidades de la mayoría o del promedio. Y, en este caso, lo normal es que el usuario de un TPV (o POS, en inglés) no tiene que decidir sobre la política de precios.